jueves, 26 de marzo de 2009


La amistad es uno de los motores principales que nutren día a día mi actuar, sentir, pensar, idealizar. Resulta bastante difícil decidir sobre que amig@ quiero escribir, sin embargo, la primera que ocupa mi mente es la pandro a quien sus progenitores decidieron nombrar Ana Lilia Reza Torres. La pandro como gusto llamarla es filósofa en turno con vocación en diseño y comunicación visual. Introvertida, bohemia, amante de las mujeres, disfruta la inmediatez de la vida, cree en Dios, llena de fe, compartimos el gusto por la lectura, el café, el cigarro, el arte en especial la pintura, además del diseño gráfico. Nos identificamos en una cuestión central, que es nuestra inconformidad y crítica constante del jodido mundo en el que vivimos, nos asumimos como actores de cambio, juntas creamos espacios nuevos que den lugar al viaje de nuestros sueños, anhelos, deseos, placeres.

Eramos amigos y nos hemos vuelto extraños. Pero está bien que sea así, y no queremos ocultarnos ni ofuscarnos como si tuviésemos que avergonzarnos de ello. Somos dos barcos y cada uno tiene su meta y su rumbo; bien podemos cruzarnos y celebrar juntos una fiesta, como lo hemos hecho - y los valerosos barcos estaban fondeados luego tan tranquilos en un puerto y bajo un sol que parecía como si hubiesen arribado ya a la meta y hubiesen tenido una meta. Pero la fuerza todopoderosa de nuestras tareas nos separó e impulsó luego hacia diferentes mares y regiones del sol, y tal vez nunca más nos veremos - tal vez nos volveremos a ver, pero no nos reconoceremos de muevo: ¡los diferentes mares y soles nos habrán trasformado! Que tengamos que ser extraños uno para el otro, es la ley que está sobre nosotros: ¡por eso mismo hemos de volvernos más dignos de estimación uno al otro! ¡Por eso mismo ha de volverse más sagrado el recuerdo de nuestra anterior amistad! Probablemente existe una enorme e invisible curva y órbita de estrellas, en la que puedan estar contenidos como pequeños tramos nuestros caminos y metas tan diferentes -¡elevémonos hacia ese pensamiento! Pero nuestra vida es demasiado corta y demasiado escaso el poder de nuestra visón, como para que pudiéramos ser algo más que amigos, en el sentido de aquella sublime posibilidad. Y es así como queremos creer en nuestra amistad de estrellas, aun cuando tuviéramos que ser enemigos en la tierra.

Nietzsche.

1 comentario:

  1. Había echo la promesa de ya no fumar más está noche, pero como va ha ser posible, mientras me encuentro leyendo está “extraña” descripción… Gracias, es bueno saber que ocupo en lugar en tu mundo real y porque no, también ideal…

    Amante de las mujeres??? Déjalo en amante solamente, ya sabes, no hay que limitarse a los placeres, bien sabes que no sólo me refiero a una clase de placer, No… Placer en toda su extensión. “el placer es el principio y el final de una vida feliz”…

    Wow!! Que placer resulta leer de nuevo ese “sublime” fragmento de Nietzsche.

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